En casi todas las oficinas hay usuarios con diferentes perfiles y diferentes necesidades de seguridad, por lo que la gestión de los derechos de acceso debe ser flexible. La capacidad de controlar numerosos locales, de forma remota y desde cualquier dispositivo, lleva el trabajo de la persona encargada de gestionar las instalaciones al siglo XXI. La eficiencia de la tecnología y la estética de los dispositivos son factores importantes para las oficinas modernas.