¿Cuánto tiempo llevas trabajando en la empresa?
Directamente en TESA desde 2004, es decir, 20 años. Pero en realidad, estoy vinculada con TESA desde el año 1980, cuando empecé como representante. ¡Prácticamente toda mi vida profesional! Ya son 45 años.
¿Qué te motivó a unirte a esta empresa?
La oportunidad surgió cuando se propuso formar una delegación en Levante. Las personas que trabajábamos en Representaciones Antón pasamos a formar parte del equipo de TESA.
¿Cómo ha evolucionado tu puesto desde que comenzaste?
Pasé de llevar la contabilidad en Representaciones Antón, a salir a visitar estudios de arquitectura con el equipo de IDASA, como se llamaba entonces, ahora ASSA ABLOY Ingeniería de Accesos, luego a cooperativas y más adelante a clientes más grandes. Cuando se formó la delegación en Levante, me incorporé al equipo comercial, y dos años después, TESA me propuso ser la delegada de la zona. Todo un reto.
¿Cuál es tu mejor recuerdo desde que comenzaste a trabajar aquí?
Las reuniones de equipo, sin duda. Sobre todo, las convenciones. Recuerdo con especial cariño la que se hizo en el Kursaal. Conservo la foto de todo el equipo. Algunos ya se han jubilado, otros tristemente ya no están y otros seguimos en activo. Guardo ese momento con mucho cariño.
¿Podrías compartir algún desafío significativo que hayas enfrentado?
Uno de los mayores desafíos fue pasar de ser compañera a coordinar un equipo de ocho personas. Cambiar de puesto y liderar a quienes antes eran mis compañeros fue un reto y una experiencia muy enriquecedora.
¿Cuál ha sido el proyecto o logro más gratificante en el que has trabajado?
Cuando se me propuso apoyar y llevar también la zona Centro durante un año, además de Levante. Me permitió conocer otros mercados, coordinar más personas y aprender distintas formas de trabajo.